La sopa de pescado en el País Vasco

Metidos en harina de este costal, ja ja, parece una broma esta expresión tan propia del tema que nos ocupa, voy a intentar explicar que es una sopa de pescado, de donde proviene y las diversas recetas que en el mercado podremos encontrar, a priori parece sencillo definir este plato.

Si acudimos a la Wikipedia o los diversos diccionarios o enciclopedias veremos que resulta sencillo decir que es una preparación culinaria en la que se mezclan agua y una serie de marisco y pescados al objeto de obtener un preparado sabroso y digestivo con un alto valor nutricional que además ofrece grandes beneficios dentro de una dieta saludable.

Hasta aquí parece que todos estaríamos más o menos de acuerdo sin rechistar y sin debatir, yo que soy mucho más osada encuentro estas observaciones demasiado limitadas para describir la maravillosa experiencia de nuestros paladares a la hora de degustar este caldo tan apreciado y sabroso que nos regalan nuestros mares y ríos.

El aporte de la sopa de pescado

La sopa de pescado, señoras y señores, es el oro líquido que producen nuestros mares y ríos y que esté destinado a alimentar a nuestros cuerpos, pero también a nuestro espíritu. Además de un manjar delicioso, es un reconstituyente estupendo para esos días en los que el cuerpo flaquea y el espíritu se debilita. Nos refuerza el sistema inmunológico con todo el aporte proteico que tiene, nos hidrata internamente por su alto contenido en agua y sobre todo, nos da fuerza y nos recompone. Este si es una definición mucho más amplia y quizás más romántica de algo que alimenta tanto como una sopa, pero dejadme ir un paso más allá de lo obvio.

Orígenes de la sopa de pescado

Si nos remontamos a los orígenes de este preparado, quizás nos perdamos en la noche de los tiempos pero lo que sí tenemos son evidencias reflejadas en pinturas rupestres, papiros o dibujos hallados. Con una antigüedad de unos 40.000 años que datan del paleolítico, cuando el hombre iniciaba sus primeros asentamientos y deja de ser nómada. En la costa y proximidades de ríos se utilizaban pescados y mariscos junto con el agua para elaborar un caldo nutritivo con el que alimentarse nuestros antiguos antepasados. Múltiples evidencias tales como fósiles de crustáceos o indicios de pesca han sido hallados en los miles de excavaciones y yacimientos arqueológicos a lo largo de todo el mundo.

Historia de la sopa de pescado

Eso viene a confirmar la importancia que en la dieta de nuestros ancestros cobraba este caldo milagroso y exquisito. Los griegos con todo el mediterráneo a sus pies ya eran conocedores y practicantes y los romanos también fueron artífices de exquisitas calderetas de pescados que realizaban por el norte y seguramente, y esto es cosecha propia, conociendo de las desmesurados bacanales que a los romanos gustaban de practicar, en aquella Roma de excesos culinarios y orgasmos gastronómicos provocados por los festejos que frecuentaban.

La sopa, constituiría , no en pocas ocasiones, un remedio casero efectivo para enderezar tanto despropósito dietético. La ambrosía de los dioses no era el caldo de la uva, sino el caldo de la mar y esto, señores lectores es una apreciación más personal que un dato histórico o real. Pero, en cualquier caso, es un hecho más que probado que tanto desde nuestros ancestros paleolíticos como todas las civilizaciones antiguas que nos precedieron, dieron buena cuenta de los manjares que el mar y los ríos les regalaban desde tiempos muy remotos.

Origen en Francia de la sopa de pescado

Sin embargo, la sopa tal y como hoy la conocemos, es un invento moderno que, data del siglo XIX y tiene su origen en Francia desde donde se irán exportando al resto del mundo. Lo que es indudable, llegados a este punto, es que la sopa de pescado es un plato delicioso y exquisito. Su elaboración es sencilla, natural, sin estridencias ni artificios. Del mar a la mesa. Yo diría que es una de las diosas de nuestro olimpo gastronómico tradicional vasco, que todavía hoy mantiene su vigencia intacta, a pesar de ser una ancianita muy añosa. Se mantiene joven y de actualidad. Es la protagonista indiscutible de la nochebuena. Cada 24 de diciembre se engalana con sus mejores viandas para ser la protagonista de las mesas y cocinas de nuestros hogares y me atrevería a decir, que casi toda la navidad permanece en ese primer plano. A quien, señores lectores, no le apetece combatir los rigores invernales con un plato calentito de sopa con el que calmar ese frío que hiela hasta la entretela.

A mí personalmente, me apasiona y como habrán ustedes sospechado ya, a tenor de las líneas escritas, me voy a erigir en la fiel abanderada de nuestra rica y deliciosa sopa de pescado.

Bon apetit como dirían los inventores de nuestra sopa y que les sea de gran provecho.